miércoles, 13 de julio de 2011

UNA MIRADA AL “SER” DEL PROFESOR UNIVERSITARIO.

La enfermería como profesión  inserta en un contexto social y de salud,  requiere organizarse a fin de responder a las transformaciones suscitadas por las constantes alteraciones en el cuadro político, social y económico que contribuya en la formación de profesionales en el área de salud que sean investigadores de la realidad del contexto en que viven.
Es así que la pedagogía constituye el ejercicio cotidiano,  la permanente construcción del saber en la vida, por la vida y para la vida desde unos principios éticos y filosóficos siempre en búsqueda de la verdad. Principios que se encuentran plasmados en todas las teorías de enfermería, pilares del ejercicio de la profesión enfermera  en salud. Corresponde, entonces, al docente universitario en su quehacer pedagógico, cuestionarse sobre el saber aprender, el saber hacer y saber ser— todas las posibilidades que el estudiante de enfermería tiene con respecto al desarrollo de sus potencialidades humanas, en un proceso educativo acorde con las necesidades del contexto sociocultural y coherente con el enfoque de su futuro desempeño profesional.
El buen docente fomenta en su estudiante el espíritu investigativo, el hábito de la lectura, la capacidad de crítica sana, objetiva y madura; los hábitos de trabajo intelectual, la motivación para seguir estudiando y aprendiendo durante toda la vida, no por obtener una buena nota y aprobar un curso, sino para acrecentar los propios conocimientos, para ser una persona más competente y por lo mismo más útil a la sociedad. Pero para formar estas cualidades en los universitarios, el profesor tiene que poseerlas; tiene que servir de modelo de identificación para su estudiante quien  aprenderá del “currículo oculto” de su profesor, de su guía, de su ejemplo, de su valor del esfuerzo y dedicación constante en el estudio, promoviendo en todo momento un aprendizaje significativo con base en los saberes previos.
En la experiencia docente de una  las Asignaturas del primer año de formación: Cuidados Fundamentales de Enfermería crece el compromiso por aprender a ser un buen profesor capaz de descubrir los propios valores, autoteorías, pensamientos e identidades de jóvenes que recién se inician en el conocimiento de nuestra ciencia de Enfermería, así como adquirir las otras formas de conocimiento necesarias para estimular este aprendizaje valioso y complejo que puede involucrar al estudiante como persona completa. Al mismo tiempo como equipo de profesoras responsables del proceso enseñanza aprendizaje nos preparamos para además del conocimiento de nuestra asignatura,  poseer conocimientos pedagógicos específicos para el nivel en el que nos estamos  desempeñando. Asimismo somos conscientes que todo docente debe sentirse identificado y comprometido desde el punto de vista ético con los estudiantes, la familia, la sociedad, y con otras disciplinas, pues la función docente debe ser vista como una actividad grupal entre diferentes disciplinas, que persiguen un fin único, cual es una educación que promueva una formación, donde se trabaje desde el contexto y se unan a ella disciplinas como las humanísticas, las artes, entre otras

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